TOLEDO 02/07/09
Admite haber disparado, pero llama mentirosos a los testigos En la última vista oral del juicio por el crimen de Almorox, las partes elevaron a definitivas sus conclusiones.
TOLEDO 25/06/09
El acusado es "vengativo, justiciero y no está arrepentido" Declaran en el juicio por el crimen de Almorox los peritos que examinaron a El Loco.
TOLEDO 24/06/09
Los testigos contradicen la versión de El Loco Comienza el juicio a José R.G., de 65 años, acusado de matar con una escopeta a otro hombre en Almorox.
TOLEDO 23/06/09
El Loco se sienta en el banquilo El fiscal pide para el acusado 20 años de cárcel por matar a tiros a otro hombre en Almorox.
Un hombre de 65 años, José R.G., fue condenado a 28 años y medio de prisión por haber disparado con una escopeta en un camino de Almorox (Toledo) en 2006 a un padre y su hijo, hiriendo al primero y matando al segundo, un chico de 32 años.
En la sentencia de la Audiencia de Toledo se le condena a una pena de 17 años y seis meses por un asesinato consumado y a otros 11 años de prisión por una tentativa de asesinato, con las atenuantes de confesión y colaboración con la Justicia.
La fiscalía modificó sus peticiones durante el juicio para incluir esta atenuante de haber confesado los hechos, mientras que la acusaciones particular y popular, ejercida por el Ayuntamiento de Almorox, pedían 35 años de prisión, más otros diez años de alejamiento del pueblo.
Los diez años de prohibición para acudir a Almorox fueron admitidos por el tribunal, que también falló que el condenado indemnice con 150.000 euros a la viuda del asesinado, con otros 100.000 euros a un hijo y con otros 100.000 euros al padre, el que resultó herido, así como las costas, excepto las de la acusación popular.
La defensa solicitó la absolución por legítima defensa.
La legítima defensa fue descartada por la Audiencia, que consideró que no está probado que el padre y el hijo que fueron disparados portaran garrotes. De hecho, el garrote que apareció en el lugar, según relató una testigo, "el acusado tuvo tiempo de colocarlo allí", según la sentencia.
"El tribunal cree el relato del único testigo vivo", fue destacado en la sentencia, en la que se añade que el asesino tenía en mente descargar su maldad sobre un padre y un hijo que se llevaban bien, no como a él le había ocurrido con sus vástagos, uno de ellos fallecido poco antes.
El trastorno mental alegado tampoco tiene "base patológica", según los juzgadores. No fue aceptada una agravante por cometerse el crimen en lugar despoblado porque el camino era frecuentemente transitado por los vecinos del pueblo en esas fechas y a esas horas.
El tribunal consideró la tentativa de asesinato del padre como acabada, realizó los actos necesarios para causar la muerte, e indicó que aplicado los máximos de pena en cada grado y mitad debido a que los hechos causaron "la gravedad de los hechos y el profundo dolor causado".
Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la mañana del 14 de julio de 2006 en el camino de Las Tablas de Almorox. Padre e hijo regresaban de recoger pacas de paja de una finca de su propiedad situada junto al camino a Escalona, donde les disparó dos veces a cada uno, huyó y se lo contó primero a su abogado en Villaviciosa de Odón y, tres horas después del crimen, lo confesó en el cuartel de esa localidad madrileña.